11,12,13-12-2011: COYAIQUE
Aprovechando la última oportunidad de tomar Mote con Huesillo en un local montado en el interior de un autobús fuera de servicio
14-12-2011 : COYAIQUE-LAGUNA CHIGUAY (62 km)
15-12-2011 : LAGUNA CHIGUAY-CHILE CHICO (64 km)
Tras Coyaique la Carretera Austral está asfaltada y sube desde los trescientos metros hasta una altura de mas de 1100. La subida es llevadera, no hay casi tráfico, la pendiente no muy dura y el asfalto lo facilita todo...pero tuvimos una vez mas que vérnoslas con los terribles tábanos, que nos persiguen y acosan. Solo te dejan en paz cuando los aplastas o cuando vas bastante rápido como para que no puedan seguirte, pero eso no pasa cuando subes una cuesta.
El primer día lo tomamos con bastante calma, haciendo una pausa a mediodía bastante larga para evitar el calor y parando al llegar a un bonito camping junto a un lago en una reserva natural, donde pasamos el resto del día.
El segundo día llegamos al paso de montaña y bajamos hasta Puerto Ibáñez, a la orilla del Lago General Carrera, por suerte llegamos a tiempo para tomar un ferry que salía algo después y que nos llevo hasta el otro lado del lago, al bonito pueblo de Chile Chico.
Tras Coyhaique el paisaje sigue siendo verde, pero la densidad de vegetación es mucho menor a medida que ganamos altura.
Llegamos al paso de montaña
La bajada al otro lado del paso
16-12-2011 : CHILE CHICO
Hace días descubrimos que si continuábamos la Carretera Austral hacia el sur, finalmente llegaríamos a Villa OHiggins, y allí nos encontraríamos en un callejón sin salida. La única manera de salir de allí es tomando un par de ferrys carísimos y recorrer ciertos caminos no pensados para bicicletas, sino para caballos o caminantes. Y lo que mas miedo nos da por supuesto es el exagerado precio de los ferrys.
Para evitar eso la otra salida lógica de la Carretera Austral y de Chile es atravesar la frontera desde Chile Chico hacia la pampa de la Patagonia Argentina.
Además en esta zona de Argentina hay vientos permanentes y fortísimos, con una dirección predominante de Oeste a Este, así que pensamos que si aprovechábamos este viento podríamos llegar casi sin esfuerzo hasta la costa del Océano Atlántico, al otro lado del continente, a unos 350km de aquí.
Lago General Carrera
El viento que nos llevaría hasta el mar
17-12-2011 : CHILE CHICO-LOS ANTIGUOS (19 km)
Así que con el nuevo plan improvisado salimos de Chile, dejamos atrás los Andes y en unos pocos kilómetros nos metemos de lleno en Argentina, en la plana y árida pampa. El cambio es radical.
Una vez en la pampa el viento se siente enseguida....tenemos suerte de que viajaremos con el de nuestra parte, sino seria un verdadero infierno.
Saliendo del larguísimo Chile después de casi tres meses y 4000 km.
Último vistazo a los Andes antes de entrar en la pampa argentina
Llegamos a Los Antiguos, un pueblo pequeño junto a la frontera y al lado del mismo lago del que venimos, pero que aquí se llama Lago Buenos Aires.
La visión de la Pampa y el fuerte viento fue impactante, pero aun mas descubrir que, al menos en esta zona, Argentina es mas caro que Chile. Por suerte hay bastantes mas opciones para acampar, así que podemos recurrir a eso en los pueblos.
En todos los pueblos de la región encontramos calles con nombres como "Malvinas Argentinas", o en este caso una plaza con el nombre de "Islas Malvinas"
Los Antiguos es la Capital de las Cerezas, está rodeado de campos de cerezos y en las mismas calles del pueblo hay algunos cerezos a los que dedicamos algo de tiempo.
18-12-2011 : LOS ANTIGUOS-CANTERA (104 km)
19-12-2011 : CANTERA-LOS VILOS (137 km)
20-12-2012 : LOS VILOS-CALETA OLIVIA (97 km)
Desde Los Antiguos empezamos a usar el fuerte viento como medio de transporte, cuando la carretera se dirige exactamente hacia el este, y aquí eso es gran parte del tiempo, apenas debemos pedalear para que las bicis alcancen los 30 kilómetros por hora.
El paisaje es mucho menos espectacular que en la Carretera Austral. Todo es plano y árido. Pero es divertido ir tan deprisa con tan poco esfuerzo.
Los poco pueblos que pasamos no ofrecen nada especial. De hecho, al llegar al pueblo Perito Moreno,lo que vimos allí nos dejo tan indiferentes que aunque habíamos planeado quedarnos allí acabamos prefiriendo salir y acampar lo mas lejos posible.
Eso no fue fácil, porque colocar la tienda cuando sopla un viento de unos 40km por hora sin que se vuele o se rompa requiere trabajo. Encontramos el sitio ideal, una especie de pequeña cantera de la que tomamos decenas de piedras para fijar nuestra tienda y asegurarnos que no nos íbamos volando durante la noche. Al final casi acabamos construyendo un castillo en lugar de montar una tienda.
Al día siguiente Alexandra pudo batir su record de kilómetros recorridos en bici en un día sin gran esfuerzo, haciendo casi 140km a una media de mas de 26km por hora. Habríamos podido hacer bastantes más, pero queríamos descansar en una ciudad después de la experiencia de acampar en La Pampa del día anterior.
En Las Heras nos quedamos en el Camping Municipal, donde no quisieron cobrarnos nada, no sin antes divertirnos un poco preguntando en varios hoteles los precios increíbles de mas de 100 euros por noche.
Un paisaje nuevo
Tras Los Vilos hicimos nuevamente con gran facilidad unos 90 km hasta el pueblo de Pico Truncado. En el camino descubrimos la razón de los precios exagerados de la zona, y es que por aquí hay un yacimiento de petróleo que ha impulsado muchísimo la economía de la región. De hecho apenas paran turistas por aquí, y los hoteles están pensados para los trabajadores de las empresas de petróleo, y como son las empresas las que pagan pues les piden cualquier cosa.
Por eso cuando llegamos a Pico Truncado fue imposible otra vez encontrar un alojamiento económico, y cuando descubrimos que en el pueblo no había camping salimos huyendo de allí.Cosa que parecía fácil, pero que no lo era para nada. Saliendo del pueblo, la carretera que llega a la costa gira radicalmente hacia el Norte, de manera que el fortísimo viento, que ese día era de mas de 50km por hora, nos daba del lado izquierdo.
Apenas pudimos hacer unos metros hacia el Norte y ya nos habíamos caído de la bicicleta varias veces. Era imposible mantener el equilibrio, y además era peligroso, porque en esta parte de la ruta había bastante trafico y no arcén.
Tan desesperada parecía nuestra situación que una gran camioneta paro y nos metió junto con las bicis en la parte trasera hasta la costa, en Caleta Olivia, a unos 40 km de allí.
Y fue así como llegamos al Océano Atlántico.
Pausa para comer
Lo único interesante de Pico Truncado